Tú.

Comprendo que es normal sentir mariposas en el estómago cuando estás enamorada, yo las siento, pero además de sentir ese cosquilleo, contigo siento protección, porque eres tú el que se preocupa de que no me pase nada, y cuando me pasa, eres el que da la cara por mí. En este tiempo me has hecho ver que nunca me pasará nada si estoy contigo...
De algo estoy muy segura. No podrá quererle como le quería yo, no podrá adorarle de ese modo, no sabrá advertir hasta el menos de sus dulces movimientos, de aquellos gestos imperceptibles de su cara. Es como si sólo a mi se me hubiera sido concedida la facultad de ver, de conocer el verdadero sabor de sus besos, el color real de sus ojos. Nadie podrá ver nunca lo que yo he visto. Y ella menos que ninguna. Ella, incapaz de amarle, incapaz de verle verdaderamente, de entenderle, de respetarle. Ella no se divertirá con esos tiernos caprichos.

jueves, octubre 06, 2011




 Porque hay veces que no nos atrevemos a hacer lo que realmente queremos. Aunque lo deseamos con todas las fuerzas para llenarnos de valor y lanzarnos hacia nuestros propósitos. Sólo te daré un aviso: o ahora o nunca. Ya sabes, o lo intentas o nada. Si lo intentas sabrás el desenlace, pero si no lo intentas te quedas como estás, con tus ideas y con la duda de saber lo que podría haber pasado y no pasó. No pienses, actúa, y el final se escribira solo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario