Tú.

Comprendo que es normal sentir mariposas en el estómago cuando estás enamorada, yo las siento, pero además de sentir ese cosquilleo, contigo siento protección, porque eres tú el que se preocupa de que no me pase nada, y cuando me pasa, eres el que da la cara por mí. En este tiempo me has hecho ver que nunca me pasará nada si estoy contigo...
De algo estoy muy segura. No podrá quererle como le quería yo, no podrá adorarle de ese modo, no sabrá advertir hasta el menos de sus dulces movimientos, de aquellos gestos imperceptibles de su cara. Es como si sólo a mi se me hubiera sido concedida la facultad de ver, de conocer el verdadero sabor de sus besos, el color real de sus ojos. Nadie podrá ver nunca lo que yo he visto. Y ella menos que ninguna. Ella, incapaz de amarle, incapaz de verle verdaderamente, de entenderle, de respetarle. Ella no se divertirá con esos tiernos caprichos.

lunes, septiembre 19, 2011

Que no necesito miles de días para darme cuenta, que no soy como mucha gente piensa, que muchas cosas también me afectan, que no todo me da igual, que no tengo el corazón de piedra pero que no soy pasiva totalmente, no puedo alargar momentos felices, ya que no puedo hacer cosas imposibles, a mí también me cuesta enfrentarme con el día a día, y sonreír siempre, también me dejo llevar por el corazón muchas veces pero pierdo la razón con mis tonterías, también tengo mis caprichos como los demás, y también me gustaría ser capaz de decir ciertas cosas, pero lo más importante es que las cubro detrás de una sonrisa para no fastidiarme...

No hay comentarios:

Publicar un comentario